Si tenías en mente crear un blog para trabajar con tus alumnos o con otros docentes y no sabías cómo hacerlo...
¡Esta es tu oportunidad!
miércoles, 18 de noviembre de 2009
martes, 17 de noviembre de 2009
PRESENTACIÓN
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Crear Un Blog En Pocos Pasos
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NOTICIA PUBLICADA EN EL DIARIO LA NACIÓN
Editorial I -La brecha digital -
Debemos recuperar el tiempo perdido y poner en manos de alumnos y docentes la educación y las tecnologías del siglo XXI -Noticias de Opinión:
Miércoles 30 de setiembre de 2009 Publicado en edición impresa
Hace unos días, desde estas mismas columnas, destacamos los resultados alcanzados por el Plan Ceibal que el presidente Tabaré Vázquez lanzó hace menos de 3 años en Uruguay con el objetivo, hoy cumplido, de dotar de una computadora portátil a cada niño y maestro de nivel primario. Una auténtica revolución en términos de igualdad de oportunidades en el acceso a la tecnología.
No están claras las razones por las cuales, luego de los anuncios en este sentido realizados por el Ministerio de Educación en 2005, nuestro país eligió quedar rezagado. Desde el Gobierno se habló de "detalles técnicos", pero hubo también una cuestión económica vinculada a las condiciones de licitación que no queda muy clara. No podemos dedicarnos a poner obstáculos o entrar en el reduccionismo de plantear una cuestión de competencia comercial entre distintos oferentes cuando se trata, al fin de cuentas, de una tesitura filosófica y una visión mucho más profunda sobre la misión de la tecnología en las aulas.
La importancia que plantea la cuestión mueve a insistir sobre la rapidez con la que se movió el gobierno uruguayo a partir de fines de 2006 para implementar el proyecto de Nicholas Negroponte; ello, debido a la firme convicción que existe en el país vecino sobre la importancia de la educación y su incidencia en el desarrollo futuro como nación, lo transformó en el primer país del mundo en aceptar y cumplir este desafío.
Debemos comprender que los procesos del cambio tecnológico que suceden en una sociedad deben ser adecuadamente aprovechados para corregir, mejorar, cambiar y fortalecer la educación en función de los intereses de la comunidad. La computadora portátil contribuye a la enseñanza de la lectoescritura, aun en alumnos con dificultades; abre nuevos horizontes a las búsquedas de información colaborando con la tarea docente, e incorpora la innovación en los juegos didácticos, que se integran al tiempo libre y revolucionan hogares donde la mayoría de los padres miran con asombro cómo sus hijos se desenvuelven cómodamente con herramientas tecnológicas desconocidas para ellos.
Para que en la Argentina podamos cumplir ese objetivo se precisa que las entidades de educación regular, técnica y universitaria cuestionen el rol que están cumpliendo y los resultados que están logrando como entidades de educación y formación acordes a los intereses de la sociedad y del país. Para ello es imprescindible tener políticas de Estado en materia educativa, que se mantengan en el tiempo, ajenas a los cambios de gobierno. Y un presupuesto acorde para cumplirlas.
Debemos recuperar el tiempo perdido en estos años y lanzarnos con coraje y lucidez a poner en manos de los alumnos y docentes de todo el país la tecnología digital, indispensable para la educación del siglo XXI. La implementación de fecundas sinergias y alianzas entre las iniciativas públicas y privadas es indudablemente el camino a transitar para sumarnos a los logros alcanzados por nuestros vecinos de la otra orilla. Nuestros niños y el futuro de nuestro país así lo exige.
Publicado en: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1180452
http://www.clarin.com/diario/2009/11/02/opinion/o-02031862.htm
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1167590
NUEVAS TECNOLOGÍAS .-¿POR QUÉ?.-
Editorial I
Tecnología y educación
Noticias de Opinión:
Lunes 23 de octubre de 2006 Publicado en edición impresa
La resistencia al empleo de los medios tecnológicos en las escuelas y el análisis de algunas estrategias educativas aptas para la mejor incorporación de esos recursos en el campo de la enseñanza son temas de sumo interés para quienes tienen la inquietud de que nuestra educación mire al futuro y aborde un proceso de perfeccionamiento permanente. Y precisamente esas cuestiones fueron las abordadas en un encuentro nacional realizado en Mar del Plata, acerca de cuyo interés dio cuenta el hecho de que a él asistieron 870 docentes.
El término tecnología admite diversas acepciones. En el espacio educativo alude a los medios de comunicación que permiten acceder a la información y al conocimiento, en el curso de actividades de aprendizaje. Los medios principalmente aludidos en ese contexto son la televisión, la computación e Internet.
En cambio, la telefonía celular, tan difundida hoy entre los alumnos, por razones justificadas de seguridad todavía no ha sido incorporada al trabajo productivo del aula y, por lo contrario, suele perturbarlo. No obstante, las posibilidades que ofrecen los modernos celulares, bien administrados, podrán ser de utilidad didáctica.
Respecto de la televisión educativa, sus posibilidades han sido analizadas en estas columnas en otras oportunidades. Lamentablemente, un medio tan poderoso y difundido está lejos de cuanto debiera ser para servir a la enseñanza, tanto en el orden estatal como en el privado.
La escuela espera de los recursos tecnológicos que, al proveer información, imágenes y sonidos, sean eficaces contribuyentes en la construcción del conocimiento. Las demoras en aceptarlos no han respondido solamente a las resistencias que suelen generar las innovaciones. Es evidente que ha sido desigual la presencia de los medios en los establecimientos, ya sea por los costos de adquisición y mantenimiento o por la urgencia de demandas prioritarias a las que tuvo que hacer frente la escuela.
También es cierto que, en muchos casos, alumnos del primario y del secundario aventajaron a los docentes en la aceptación de la moderna tecnología porque nacieron con los nuevos medios, aunque en buena medida las habilidades desarrolladas por los chicos han sido puestas al servicio de la trivialidad. He ahí la cuestión: descartar en el aula el empleo improductivo y aplicarlo al logro de objetivos educativos.
Con frecuencia la actividad tecnológica ha sido promovida sin un plan educativo previo y sin suficiente reflexión sobre las consecuencias no deseadas que pudiera tener. En este sentido es muy positivo que sigan promoviéndose oportunidades de seria actualización y reflexión para los docentes, que aporten mayores certezas sobre los beneficios de la tecnología educativa y reduzcan las prevenciones.
Correctamente manejados estos recursos pueden ser auxiliares valiosos para enriquecer las posibilidades de la enseñanza. Jean Piaget, prevenía contra todo método que, por moderno que fuese, olvidara la primacía de la actividad espontánea y de la investigación autónoma del conocimiento por parte del alumno. Ese es un aspecto decisivo: que los medios provean de mayores posibilidades a quien estudia, sin estancarlo en rutinas ni en banalidades.
Publicado en http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=851749
Noticias de Opinión:
Lunes 23 de octubre de 2006 Publicado en edición impresa
La resistencia al empleo de los medios tecnológicos en las escuelas y el análisis de algunas estrategias educativas aptas para la mejor incorporación de esos recursos en el campo de la enseñanza son temas de sumo interés para quienes tienen la inquietud de que nuestra educación mire al futuro y aborde un proceso de perfeccionamiento permanente. Y precisamente esas cuestiones fueron las abordadas en un encuentro nacional realizado en Mar del Plata, acerca de cuyo interés dio cuenta el hecho de que a él asistieron 870 docentes.
El término tecnología admite diversas acepciones. En el espacio educativo alude a los medios de comunicación que permiten acceder a la información y al conocimiento, en el curso de actividades de aprendizaje. Los medios principalmente aludidos en ese contexto son la televisión, la computación e Internet.
En cambio, la telefonía celular, tan difundida hoy entre los alumnos, por razones justificadas de seguridad todavía no ha sido incorporada al trabajo productivo del aula y, por lo contrario, suele perturbarlo. No obstante, las posibilidades que ofrecen los modernos celulares, bien administrados, podrán ser de utilidad didáctica.
Respecto de la televisión educativa, sus posibilidades han sido analizadas en estas columnas en otras oportunidades. Lamentablemente, un medio tan poderoso y difundido está lejos de cuanto debiera ser para servir a la enseñanza, tanto en el orden estatal como en el privado.
La escuela espera de los recursos tecnológicos que, al proveer información, imágenes y sonidos, sean eficaces contribuyentes en la construcción del conocimiento. Las demoras en aceptarlos no han respondido solamente a las resistencias que suelen generar las innovaciones. Es evidente que ha sido desigual la presencia de los medios en los establecimientos, ya sea por los costos de adquisición y mantenimiento o por la urgencia de demandas prioritarias a las que tuvo que hacer frente la escuela.
También es cierto que, en muchos casos, alumnos del primario y del secundario aventajaron a los docentes en la aceptación de la moderna tecnología porque nacieron con los nuevos medios, aunque en buena medida las habilidades desarrolladas por los chicos han sido puestas al servicio de la trivialidad. He ahí la cuestión: descartar en el aula el empleo improductivo y aplicarlo al logro de objetivos educativos.
Con frecuencia la actividad tecnológica ha sido promovida sin un plan educativo previo y sin suficiente reflexión sobre las consecuencias no deseadas que pudiera tener. En este sentido es muy positivo que sigan promoviéndose oportunidades de seria actualización y reflexión para los docentes, que aporten mayores certezas sobre los beneficios de la tecnología educativa y reduzcan las prevenciones.
Correctamente manejados estos recursos pueden ser auxiliares valiosos para enriquecer las posibilidades de la enseñanza. Jean Piaget, prevenía contra todo método que, por moderno que fuese, olvidara la primacía de la actividad espontánea y de la investigación autónoma del conocimiento por parte del alumno. Ese es un aspecto decisivo: que los medios provean de mayores posibilidades a quien estudia, sin estancarlo en rutinas ni en banalidades.
Publicado en http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=851749
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